miércoles, 25 de agosto de 2010

El contenedor

Si en nuestras ciudades por monumento entendemos algo singular, llamativo, en Lobone habria que considerar muy pocas cosas, por lo menos desde la perspectiva de sus habitantes.
Desde la mia cada tukul es un monumento.
Estan las dos iglesias, la catolica y la evangelica, ya os hemos pasado fotos. Hay otras dos mas pero su apariencia es mas la de dos grandes tukuls desvencijados.
Hay una camioneta desguazada que hoy es arriesgada atraccion de un imaginario parque infantil.
Y sobre todo el gigantesco contenedor de COSCO.
Cuando uno conoce las pistas que conducen a Lobone ver ese enorme "container" aqui impresiona.
No es un cultivo, no ha nacido por generacion espontanea, no lo ha dejado una nave espacial...

Hace algo mas de un ano y medio, encima en la estacion de lluvias, un gran camion recogio en el puerto de Mombassa (Kenya) este contenedor. Dudo que algun logista hubiera intervenido en la planificacion de esta operacion.
Fue sin duda un proyecto bien intencionado del pastor evangelico y seguro, por ello, milagrosamente pudo llegar a su destino. Pero no fue facil.
El inmenso vehiculo pudo cruzar Kenya, Uganda hasta alcanzar Kitgum, salir de esta poblacion y pasar la frontera pero en los altos proximos a Lobone, el escaso ancho de la pista, sus desniveles, curvas, subidas y bajadas en un momento dado fueron mucho mas poderosas que todos los caballos de potencia del monstruo y quedo atrapado. Hasta ese punto las enormes ruedas, el peso del contenido, la dimension del contenedor, fueron abriendo camino, empujando canaverales a su paso y aplastandolos, ensanchando la pista y haciendo las veces de apisonadora.

Las ruedas se quedaron ancladas en el barro, la cabeza tractora se elevo perdiendo algun punto de apoyo. Salir de esa situacion no fue cosa de unas horas. Las llamadas a la base de Mombassa no debieron surtir mucho efecto, ningun tecnico especial fue enviado, mucho menos -dada la situacion- debieron pensar en algun artefacto, grua, que compensara hacer llegar hasta ese punto. Las naves espaciales de las peliculas estan ahi, en los cines. Creo haber visto algun helicoptero jumbo con contenedor en volandas pero o la compania no contaba con ese recurso o su alquiler era mas caro que el propio vehiculo embarrancado.

Estaban a poca distancia de Lobone, unos casi impracticables diez kilometros, los conductores llegaron andando hasta Lobone y fueron muchas las personas que durante una semana se desplazaron hasta el lugar y estuvieron ayudando a desatrancarlo.
Despues de siete dias de denodados esfuerzos lo consiguieron y el contenedor fue dejado donde esta hoy, a escasos cien metros de la Iglesia Evangelica.
Su mercancia fue repartida, ropa de todo tipo, pantalones, vestidos, chaquetas, ordenadores, radios, juguetes y munecas, bicicletas, maquinas de coser, jabones, sillas, camas, colchones, libros de ejercicios, boligrafos, incluso un pequeno tractor para labores en el campo junto a otras muchas herramientas y utensilios diversos. Un tesoro para la comunidad.
La dificultad del acceso queda probada en el desinteres mostrado por la compania de Mombasa en recuperar el contenedor yendose de vuelta sola la cabeza tractora.
Y asi el contenedor en su singularidad en este espacio, rodeado de guayabas, mangos y tukuls es como otra obra dadaista de R. Mutt, un monumento artistico contemporaneo en el medio de esta jungla tropical.



1 comentario:

  1. Hola David: Mª Luisa me ha pasado tu correo y la verdad es que me ha puesto los dientes así de largos leer todos y cada uno de los artículos que escribes, pero sobre todo lo referente a la salud... Estuve de cooperante con una ONG sanitaria en África y aun revivo aquella experiencia como un regalo del buen Dios por el que siempre tengo que dar gracias. Ahora mi puesto está aquí (de momento) y volver lo veo como una "tentación sub angelo lucis"... pero Dios dirá si cuando me jubile no puedo intentarlo de nuevo. Un abrazo

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