jueves, 5 de agosto de 2010

Y uno, dos, tres de golpe

El antes de despegar fue lento, habia tiempo para organizar las cosas, para escribir en el blog, pero claro tocar cinco paises en tres dias no deja muchos huecos.
UNO, LUNES El vuelo a Amsterdam salio un poco tarde pero no tuvimos problemas con la conexion (los acentos al igual que las fotos llegar'an , o quizas no, asi que ponerlos vosotr@s, porque tengo el problema que acabas de ver en el llegar'an) y el vuelo hasta Nairobi fue espectacular, estaba despejado y pudimos ver los Alpes nevados, numerosas islas del Adriatico y en Africa el desierto, horas sobrevolandolo desde Libia y -de norte a sur- Sudan, con vista excepcional del Nilo incluida.
A la llegada a Nairobi nos estaba esperando Josephat con un cartel con nuestros nombres, con el bordeamos la ciudad hasta llegar al JRS (Jesuit Refugee Service). En la residencia del JRS, un conjunto de bungalows con un edificio en altura en cuyo segundo piso esta la capilla, nos recibio su Director Frido y Lapat que, recien llegado de Lobone, estaba de paso para su proximo destino en Mellit (Darfur), y despues de nosotros llego Virginia Hasson recien llegada de USA para realizar unas evaluaciones, con ellos cenamos y charlamos sobre la situacion en esta parte de Africa con especial mencion al referendum que se celebraria al dia siguiente en Kenya y que cambiara la Constitucion de este pais. Una nacion en la que conviven 42 tribus.

DOS, MARTES Por la manana despues de una misa cantada en la capilla, visitamos el complejo del JRS que incluye un taller donde en ese momento estaba trabajando la madera un autentico artista , Agustino Alikutepe, baste esta parte de personalizacion para representar al conjunto de personas extraordinarias que conocimos entre el staff y amigos del JRS, despues nos acercamos hasta un centro comercial proximo a la misma zona residencial donde nos teniamos que hacer unas fotos de carnet para nuestras visas de Sudan, un centro mas del mundo global de no ser por el gran elefante metalico mezclado entre los coches del parking, un toque keniata.

Despues volvimos para la comida con parte del staff, muy simpaticos e interesados por nosotros, de donde veniamos, lo que ibamos a hacer... (Menu para los mas curiosos y curiosas: pure de patatas con carne a la jardinera y pina, muy rico).
Por la tarde salimos hacia el aeropuerto para tomar nuestro vuelo a Kampala.
En poco mas de una hora, sobrevolando el lago Victoria, en la parte final bordeado por una naturaleza exhuberante con todos los tonos de verde, llegamos a Kampala.
La acogida fue al igual que en Nairobi, el trayecto desde Entebbe a Kampala, una hora larga de espectaculo en esta tarde ya noche.
Entebbe es la ciudad administrativa donde se encuentran los ministerios, el aeropuerto y la casa presidencial, un suntuoso palacio blanco iluminado por potentisimos focos que sobresalia, elevado al fondo, frente la primera linea que bordeaba nuestra carretera marcada por cientos, miles de chiringuitos con todo tipo de negocios y con luces mortecinas de cualquier color. Barberias, puestos de ropa, de comida, de abalorios variados, cibers... Y gente, gente yendo y viniendo por caminos de tierra al borde la carretera, o sentados en las entradas de esos negocios a veces "terrazas" de cafes.
El trafico intenso con todo tipo de vehiculos, algunos asestados de personas en sus espacios de carga, en un stop a la entrada de Kampala veo en la trasera de una de estas camionetas a tres hombres que charlan sentados sobre sus mercancias mientras comen, un autentico picnic ambulante
El mismo escenario hasta casi llegar a nuestro destino en Kampala, zona residencial proxima a la Embajada de Estados Unidos.
En resumen atrevido de unas pocas horas, Uganda me parece verde y vibrante.

TRES, MIERCOLES Nos recogen de la Residencia del JRS a las seis de la manana aunque yo estaba despierto desde las cuatro y a las cinco oigo la llamada desde varias mezquitas, deberian revisar y modernizar esta practica a esas horas haciendola mas dirigida exclusivamente a sus fieles, por ejemplo con llamadas a sus moviles, en Uganda el 25% es musulman.
Vamos al pequeno aeropuerto de Kajjansi, una caseta donde solo hay un policia que entre simpatico formal y desganao nos revisa las maletas, somos los primeros en llegar, a continuacion vienen tres miembros de Unicef con quienes conversamos, otras cuatro personas mas y el piloto.
Despegamos, el dia esta claro con unas pocas nubes de vez en cuando, el paisaje confirma mi definicion del dia anterior, extraordinarias praderas verdes salpicadas por arboles y poblados entre las extensiones del lago Victoria hasta el propio Victoria Nilo y otras lagunas y zonas pantanosas. Los poblados se construyen con empalizadas en circulo dentro de las que a menudo otras empalizadas dividen a grupos familares con las chozas y espacio de expansion en los que en algunas ocasiones resplandecen sabanas o lonas sobre las que se ve algun cultivo amontonado para su secado.
Aterrrizamos en cinco pistas antes de llegar a Pader. Llamar pista a alguna de ellas puede parecer pretencioso recordando la pericia del piloto en el derrapaje, mas que aterrizaje, con la maleza a escasos metros de las alas. Creo que alguna vez en mi vida he sonado con esta situacion.
A nuestra llegada a las pistas se agolpan otros pasajeros, en muchos casos cooperantes y acompanantes de los mismos, junto a lugarenos, ninos y ninas curiosos, entre los que destaca un orgulloso cazador de murcielagos que acarrea un manojo de ellos, sus atuendos varian desde t-shirts con el logo de GAP y otros motivos que contrastan con su pobreza con los simples mantos que, segun los aeropuertos y tribus de los cinco reinos, usan algunas de las treinta tribus que nos han dicho conforman Uganda.

En la siguiente entrada la llegada a Pader y el viaje hasta Lobone, Segunda parte del miercoles. Ahora vamos a hacer otras cosas.

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